Si tienes quistes en los ovarios dolorosos, el ejercicio o la actividad física intensa pueden agravar tu malestar y deben evitarse.
El ejercicio, por otro lado, brinda varias ventajas para la salud, incluida la regulación de los niveles anormales de hormonas que se observan en el síndrome de ovario poliquístico (SOP), un trastorno definido por la presencia de numerosos quistes ováricos diminutos.
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Los quistes ováricos se clasifican como funcionales, lo que significa que surgen a lo largo del ciclo menstrual mensual, o patológicos, lo que significa que son crecimientos benignos o malignos.
Los quistes funcionales más frecuentes son bolsas de líquido similares a ampollas que se desarrollan en los folículos, que son sacos llenos de líquido que contienen los óvulos en maduración.
La mayoría de estos quistes son demasiado pequeños para producir síntomas y desaparecerán por sí solos. Los quistes más grandes, por otro lado, pueden causar molestias o incluso una agonía severa.
Los quistes en los ovarios grandes pueden romperse o aumentar el riesgo de torsión ovárica, que es una torsión dolorosa del ovario. Si tienes quistes grandes o dolorosos, tu médico te aconsejará si debes controlar y esperar, tomar medicamentos o extirpar el quiste quirúrgicamente.
Signos y síntomas del quiste ovárico
Los quistes ováricos a menudo no crean ningún síntoma. De hecho, un quiste ovárico puede pasar desapercibido hasta que tu médico lo diagnostique durante un control pélvico normal. Algunos o todos los síntomas siguientes pueden encontrarse en algunos casos:
- En la región abdominal o pélvica puede haber presión, edema o molestias.
- Dolor en la parte baja de la espalda y los muslos que es sordo
- Dolor durante tu período
- Sensibilidad en los senos
- Sangrado anormal
- Obesidad
- Vómitos o náuseas
Los tratamientos alternativos u holísticos y las curas caseras para los quistes en los ovarios tienen como objetivo principal aliviar el dolor y reducir el estrés y la preocupación que a menudo acompañan al malestar físico.
Tipos de ejercicios a tener en cuenta
Considera los siguientes tipos de ejercicios:
- Ejercicios cardiovasculares de estado continuo: Estos son ejercicios que hacen que tu corazón lata, generalmente entre el 50 y el 70 % de su frecuencia cardíaca máxima si realizas una actividad moderada. Caminar, andar en bicicleta, bailar o asistir a una clase de aeróbicos son ejemplos de actividades aeróbicas.
- Entrenamientos HIIT: El entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) incluye la alternancia entre ráfagas de actividad intensa y períodos de descanso. Los burpees, los saltos y los alpinistas son ejercicios comunes en un entrenamiento HIIT.
Las mujeres que eran obesas reportaron más disfrute con los entrenamientos HIIT que aquellas que participaron en ejercicio continuo de moderado a intenso. Disfrutar el ejercicio es un aspecto importante en la adherencia a largo plazo a un régimen.
- Entrenamiento por intervalos: El entrenamiento por intervalos te permite hacer ejercicio a distintas intensidades sin alcanzar necesariamente tu frecuencia cardíaca máxima. Este estilo de entrenamiento a menudo implica hacer muchos ejercicios en la misma sesión para mantener el ritmo cardíaco.
- Ejercicios de mente y cuerpo: Según un estudio publicado en la revista Ejercicio físico para la salud humana, las mujeres con SOP tenían una reacción física más fuerte al estrés y la incomodidad. Los ejercicios para la mente y el cuerpo, como el yoga, pueden ayudarte no solo a quemar calorías, sino también a disminuir el estrés, lo que puede exacerbar los síntomas del síndrome de ovario poliquístico.
- El entrenamiento de fuerza es el uso de bandas de resistencia, pesas o tu propio peso corporal para desarrollar músculo. Esta forma de ejercicio puede ayudarte a desarrollar músculos y huesos fuertes. El aumento de la masa muscular puede ayudarte a quemar más calorías en reposo, lo que te permite mantener un peso saludable.
- Acupuntura: Muchos estudios han demostrado que este componente tradicional de la medicina oriental ayuda a aliviar varios tipos de dolor y ansiedad, incluido el malestar pélvico. En la terapia se pueden incluir masajes de acupresión, entrenamiento de respiración, meditación y tratamientos herbales y nutricionales, además de la inserción de agujas diminutas en lugares clave del cuerpo.
- Terapia para el cuerpo: El masaje para relajar los músculos tensos, la terapia de calor para promover el flujo sanguíneo y la estimulación nerviosa electrónica transcutánea (TENS) para cambiar la forma en que el cuerpo responde al dolor son solo algunos de los métodos de fisioterapia que pueden ayudar con la incomodidad del quiste ovárico. Usar una almohadilla térmica en casa también podría ayudar.
- Estiramiento y ejercicio: Se ha demostrado que correr y la actividad leve, como el yoga y el estiramiento, reducen la incomodidad del quiste ovárico en las mujeres. (No se recomienda el ejercicio extenuante).
- Suplementos y dieta: Consumir más verduras y frutas, así como aumentar el consumo de jengibre, cúrcuma (curcumina en forma de suplemento) y ácidos grasos omega-3, que se encuentran principalmente en los suplementos de pescado y aceite de pescado, ayudará a reducir la inflamación. Que es lo que hacen los analgésicos de venta libre. El té de manzanilla también contiene efectos antiinflamatorios.
Las semillas de lino pueden ayudar con los quistes de ovarios al modular la función hormonal, además de ser un antiinflamatorio. La vitamina B6 también puede ayudar en el control de las hormonas.
Se ha demostrado que el magnesio alivia el dolor en personas que padecen una serie de enfermedades agudas y crónicas, por lo que puede ayudar con las molestias de los quistes en los ovarios. La biotina puede ayudar con los calambres.
El ejercicio puede ser un aspecto esencial del manejo de tu SOP. El ejercicio no solo mejora tu salud física, sino que también puede ayudarte a controlar tus niveles de estrés.
Si no estás seguro por dónde empezar, consultar con tu médico y contratar a un entrenador personal puede ayudarte a comenzar en la dirección correcta. Hacer ejercicio al menos tres veces por semana y cumplirlo puede ayudar a reducir los síntomas.